Se trata de un trastorno del estado de ánimo en el que la persona tiene sentimientos de tristeza o vacío la mayor parte del día. Existe una pérdida de interés general y quien lo sufre siente que le cuesta llevar a cabo actividades incluso cotidianas.

Miedo intenso a situaciones que impliquen interactuar con otras personas que no sean del ámbito familiar, temor acusado a exponerse a actuaciones en público (Miedo a hablar en público).

Miedo a estar en lugares o situaciones de los cuales pueda ser difícil o embarazoso escapar o en que pueda no disponerse de ayuda en caso de tener un ataque de pánico o síntomas similares (mareo, caída, vómito, molestias cardíacas…)

Miedo intenso e irracional provocado por la presencia o anticipación de un determinado objeto o situación (por ejemplo: a animales, a volar, etc.)

Reacción de ansiedad muy intensa, acompañada de la sensación de falta de capacidad para controlar esta reacción, e incluso la convicción de que uno puede llegar a morir en ese momento o de que le “va a dar algo”.

Estado de tensión nerviosa producto de una serie de situaciones del ámbito laboral o personal (exceso de trabajo, sobrecarga familiar, etc.) que pueden ser interpretadas como desafíos o amenazas.

Preocupación excesiva por cuestiones como la salud, dinero o los problemas familiares  incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. El simple hecho de lidiar día a día les causa ansiedad y piensan que las cosas siempre saldrán mal.

Resistencia y dificultad a la hora de gestionar y afrontar situaciones complicadas como pueden ser las rupturas de pareja, duelo, problemas persistentes en el trabajo o cualquier otra situación en la que la persona siente que no puede o no va a superar.

Conjunto de conductas y estrategias que se aprenden y nos permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera más efectiva y satisfactoria.